“¿Un barco? ¿Qué es eso?”, pensó Noé
Hoy en día, uno de los paseos más populares es andar por caminos costeros a orillas de los ríos y mares. Allí tenemos la costumbre de mirar y descansar la vista en las aguas, en especial para observar las naves, y así diferenciarlas por tamaño y función. De paseo, veleros, cargueros, cruceros de pasajeros, de guerra, etc.
Pero ¿cómo habrá reaccionado Noé ante la propuesta de Dios, y más frente a la causa a la que lo convocaba? ¿Cómo era el arca de Noé?
Las representaciones del arca de Noé que conocemos van desde grandes cajas de zapatos que podrían parecerse a un barco, hasta aquellas de madera en las jugueterías y, para asombro de los niños, con cabezas de jirafas saliendo por encima. ¿Pero cómo sería el arca?
No es fácil imaginársela debido a que la descripción en Génesis 6 es muy breve. Para representarla deberíamos suponer algunos detalles importantes, incluso influenciados por nuestra lógica y conocimientos del siglo XXI.
Cuando vamos a la historia, vemos que no se podría haber construido, por los conocimientos adquiridos, una embarcación de madera de tal magnitud hasta hace menos de dos siglos.
Asimismo, la arquitectura naval nos presenta desafíos para la construcción de un artefacto naval, donde habría que considerar los esfuerzos, técnicas y material para su construcción, sus dimensiones y la estabilidad para la carga a llevar. Y, por último, dos factores que el arca no tendría y que son sumamente importantes, como el gobierno y la propulsión de la nave.
Sin embargo, se pudo comprobar que las pautas dadas por la Biblia hace más de 6 milenios coinciden con el mejor diseño que se puede lograr, y se aplican hasta el presente.
O sea que Noé construyo algo que nunca había visto, para un propósito muy específico, acorde a la más alta calidad hoy establecida, y fue exitoso. ¿Dónde estuvo el secreto?
Debo decir que más tarde, en 1961, el Dr. John Whitcomb y el Dr. Henry Morris publicaron The Genesis Flood (El diluvio de Génesis), que dio sentido a un cataclismo global y a un arca de Noé real parecida a un barco. Este libro fue un gran empuje para ayudar a comenzar el movimiento creacionista moderno.
El enfoque primario en The Genesis Flood fue el tamaño del arca y su capacidad para transportar animales. Un arca en forma de bloque era ideal para esto, sugiriendo fácilmente que el arca tuvo plenitud de volumen. Estudios posteriores confirmaron que un barco con una sección transversal de 50 codos de ancho (22,5 m) y 30 codos de alto (13,5 m) era estable.
Ante tanto tecnicismo, ¿dónde está el secreto para haber logrado el éxito Noé en su empresa encomendada por Dios?
El libro de Hebreos, capítulo 11, es una síntesis teológica sobre la definición de la “FE”, seguida por una lista de personas que la tuvieron, junto a una acción corroborativa de la misma, para ser colocados sus nombres allí. ¿No es significativo que, después de la última y precisa definición del versículo 6, inicie el versículo 7 con el primer nombre al que se le atribuye esa virtud?:
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”.
La mayor inteligencia (capacidad de adquirir y relacionar conocimientos) para desarrollar algo no tiene sentido si no existe sabiduría (capacidad para aplicar esa inteligencia con propósitos esperados). Y Noé fue sabio al considerar que “el principio de la sabiduría es el temor (respeto y obediencia) a Dios” (Proverbios 1:7).
Noé creyó que Dios existía y que le habló para cuidarlo con una advertencia que debía obedecer, ante lo que parecía imposible, como ser una lluvia, pues no se la conocía, y menos una embarcación.
¿Qué motivó a Noé? El creerle a Dios, que es lo que llamamos fe. Y esa misma fe puede evitarte un cataclismo peor que el del diluvio, si enfrentas la eternidad sin Dios. ¿No quieres depositar tu fe en Jesucristo como tu salvador personal y ser un hijo de Dios?
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua” (1 Pedro 3:18-20).
GUSTAVO ARDUSSO, Licenciado en Sistemas Navales, ha estado en la Armada Argentina por 38 años, retirándose como Capitán de Navío de Infantería de Marina, habiendo cubierto distintos cargos como Comandante de Unidades, Misiones de Paz de la ONU, y otras funciones significativas en el país y el extranjero. Actualmente, es uno de los pastores de la Iglesia de Bahía Blanca, con Maestría en Teología y Seminarios de Apologética Bíblica y Liderazgo HAGGAI. Lleva adelante, con su esposa Adriana, la presentación interactiva “Titanic Más Allá del Naufragio“.