“Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.
Mateo 25:40
El Señor habla aquí, entre otras cosas, sobre su pueblo Israel. Nuestra postura como cristianos renacidos hacia Israel es de gran importancia. Pues estamos ligados orgánicamente con este pueblo, ya que, como dice Pablo en Romanos 11, nosotros como “olivos silvestres” hemos sido injertados en el buen olivo. Y nuestro Señor Jesucristo dice esto en cuanto a sus hermanos: “…porque la salvación viene de los judíos” (Juan 4:22). El que cree en Jesucristo debería por eso mantenerse firme a favor de Israel. Es nuestro deber orar por este pueblo, pero si tenemos la posibilidad, también lo es el alzar nuestra voz públicamente a favor de Israel. El odio de Satanás está dirigido contra esta nación y contra la Iglesia de Cristo. Él intenta hacernos caer tanto a los creyentes como a Israel. Pensemos tan solo en Apocalipsis 12, donde podemos ver algo del odio de Satanás contra el pueblo judío. Y estando ligados orgánicamente a Israel, como ya se ha mencionado, por ser creyentes, la lucha de este pueblo naturalmente también es nuestra lucha, y por eso necesita nuestro claro apoyo. Pase lo que pase, como verdaderos cristianos no somos seudoamigos, sino verdaderos amigos de Israel. En todas las pruebas en, con y alrededor de Israel podemos tener la certeza de que Dios alcanzará el objetivo con su pueblo. Por eso no permitamos que en nuestra vida haya siquiera una pizca de antisemitismo, a pesar de que todas las explicaciones en cuanto a esto puedan parecer muy lógicas y elocuentes. Es un ataque del enemigo hacia la cristiandad y parecería que está teniendo éxito, pues hay muchas iglesias cristianas que dan cabida al antisemitismo. ¡Queremos con todas las fuerzas hacer frente a esto y orar aún con más fervor a favor de Israel!
Por Conno Malgo