“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”.
Romanos 8:18
¿Realmente es así o solo se trata de un consuelo barato? No se pueden comprobar estas declaraciones, pues no sabemos lo que nos traerá el futuro. Pero como cristiano no solo creo en esta palabra, sino que tengo la certeza de que estas declaraciones son verídicas, por el simple hecho de que está escrito en la Biblia. La Biblia es la Palabra de Dios y Dios no nos engaña, contrariamente a lo que hacen el diablo y las personas. “Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes” (1 Tesalonicenses 2:13). La única consecuencia lógica de esto es que para cada cristiano esta palabra sea la verdad. En esta vida terrenal puede haber mucho sufrimiento –tal vez durante setenta años o hasta un poco más–, pero entonces viene la gloria y esta es para siempre. Regocíjese ahora, en momentos de sufrimiento, y alégrese por esta gloria, por el tiempo que pasará en presencia de Dios, donde ya no habrá tristeza, ni dolor, ni enfermedad, ni muerte, ni tampoco lágrimas (Apocalipsis 21:4).
Por Thomas Lieth