“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”.
Juan 8:36
El hombre anhela la libertad y se enorgullece diciendo: “¡Puedo hacer y dejar de hacer lo que se me antoje, soy libre!”. No obstante, no se da cuenta de que es un prisionero de este mundo. Se comporta como un pájaro enjaulado, el cual trina alegremente, pero está encerrado. El hombre, al igual que este pájaro, tampoco es libre. Satanás tiene en su poder a todas las personas que no le pertenecen a Jesús. Este hecho hace que el hombre sea un siervo de Satanás (lo quiera o no). Y que nadie me diga: “¿Ser cristiano? De ninguna manera. No quiero perder mi libertad. ¡Quiero hacer y dejar de hacer lo que yo quiera!”. Así surge la interrogante sobre qué tanto se puede hacer o dejar de hacer lo que uno quiera. ¿Cómo es la cuestión con esta renombrada libertad? ¿Tengo la libertad de dejar de tomar cerveza? ¿Tengo la libertad de dejar de fumar, de dejar de comer chocolate, de abandonar mis pasiones, de no ir a la discoteca, de no mentir y engañar, de decir que no y actuar contra la presión grupal? No se trata de comprobar si es pecaminoso o no, únicamente se trata de meditar lo siguiente: ¿somos realmente libres? Se pueden hacer algunas cosas que aparentemente nos dan felicidad, tal vez por un día o por una semana. Pero en definitiva, todo es efímero. Quien realmente quiera ser feliz tiene que venir a Jesús. Si Él vive en nuestros corazones, experimentamos lo que significa el gozo y la libertad verdadera. Las personas bajo ningún concepto son libres, sino que sin darse cuenta son esclavos de Satanás. Jesús es el único que nos hace verdaderamente libres.
Por Thomas Lieth
2 Comments
GRACIAS, necesito, leer, muchas veces este mensaje, una y otra vez.
Libertad, NO ES LIBERTINAJE, GRACIAS Y BENDICIONES!!!!
Muchas gracias Teresa por tu comentario!!!
Es de mucho aliento para nosotros saber que Dios le bendice con el material publicado.
Esperamos que también pueda compartir este material con sus seres querido y, ser así, un canal de bendición para otros.
Dios le bendiga