“¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación?”.
Salmos 10:1
Todos conocemos estos tiempos de necesidad. Ya sea que fueran externos o internos. Cuántas veces nos sentimos vacíos y debilitados. El origen puede ser muy diverso. Tal vez sea el estrés y la inseguridad en el puesto de trabajo, a esto se suma la presión del buen rendimiento, la cual se hace cada día mayor. Enfermedades y sufrimientos pueden afectar de tal manera, que uno tiene la impresión de que ya no las podrá soportar más. Tal vez también sea la pérdida de un ser querido, a la que nos cuesta sobreponernos. ¿Quién me da ánimo en mi soledad? Preguntas y más preguntas quedan sin respuestas. A veces Dios parecería estar tan infinitamente lejos. En cualquier lugar, menos conmigo, en mi necesidad y penuria. El rey David del Antiguo Testamento tiene que haber tenido esta misma experiencia dolorosa, pues él oró: “¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación?”. El sufrimiento, la soledad y la necesidad recién comienzan a tener sentido cuando tenemos conocimiento del Dios vivo. Sin esta conciencia de Dios y de Su cercanía, toda nuestra vida sería una locura – una tragedia. El apóstol Pablo lo expresa de esta manera: “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres” (1 Corintios 15:19). A los ojos de Dios, tanto la necesidad como el sufrimiento tienen un valor muy diferente. ¿Cómo, sino, podría explicarse el pasaje de Hebreos 2:10: “Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos”? ¿Es posible que mediante la necesidad y el sufrimiento seamos preparados para una dimensión totalmente distinta, la dimensión de la gloria? Yo creo que sí.
Por Samuel Rindlisbacher
2 Comments
GRACIAS POR TRAER ESTAS PORCIONES DE LA PALABRA QUE TAMBIEN HACEN A MI VIDA GRACIAS DIOS LOS BENDIGA SU HERMANA EN CRISTO.MIRIAM
Muchas gracias Míriam por tu comentario. Esto nos anima y nos desafía a seguir avanzando en el ministerio.
Deseamos que Dios te siga bendiciendo y animando con cada material que compartimos.
Un afectuoso saludo en Cristo.