“Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios”.
1 Samuel 15:22
“Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.
Filipenses 2:8
¡Qué gran ejemplo fue nuestro Señor en la obediencia, obediencia hasta lo último! ¿Qué podemos decir de nosotros? ¿También somos tan obedientes al Señor en todas las áreas? Quizá Él le muestre alguna cosa que debería hacer en forma diferente, o algún lugar al que ya no debería ir. Cuando Él le da mayor claridad en alguna cosa, ¿obedece al Señor o sigue su camino como antes? Naturalmente, cuando usted quiere seguir el consejo del Señor, el enemigo enseguida estará al lado diciéndole que las cosas no son tan así, o que se puede tratar de un malentendido o algo parecido. ¿Somos tan obedientes como Jesús, el cual soportó estas tentaciones y todo el tiempo tuvo presente y cumplió la voluntad del Padre? Cuando Pedro, luego de que el Señor anunciara sus futuros sufrimientos, le sugiere estas palabras, aparentemente hermosas: “Ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca”, Jesús le resistió diciéndole: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!” (Mateo 16:22-23). ¿Cómo reaccionamos cuando el tentador se acerca por medio de nuestros seres queridos? ¿Nos declaramos dispuestos rápidamente debido a que es el camino más corto? ¿Nos dejamos desviar de la senda de la obediencia? No es que quiera decir con esto que debemos responderles lo mismo que dijo el Señor Jesús: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!”, ya que nuestro Señor tenía una posición muy diferente a la nuestra. Pero es importante que inmediatamente resistamos en el nombre de Jesús, y nos distanciemos de cualquier pecado. Es de gran importancia obedecer al Señor y permanecer en la obediencia.
Por Conno Malgo
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Dios! líbranos del mal! Amén.