
“Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará. No dejará para siempre caído al justo”.
Salmos 55:22

¡Qué promesa tan maravillosa le da Dios en este nuevo día! Usted puede descargar, incluso arrojar sobre Él su carga. Tal vez tenga una lista llena de problemas, necesidades y preocupaciones que lo angustian y agobian. Seguramente usted esté anhelando tener paz y quietud para su alma. ¿Acaso su intranquilidad se debe a que sus cosas con Dios no están en orden? Isaías afirma en el capítulo 59:2: “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”. Dios lo oirá si con humildad reconoce su culpa y acepta la gracia ofrecida a través de Jesucristo. En su inmenso amor, Él lo invita: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Él sabe que usted no puede con sus problemas, y no quiere que se ahogue en sus preocupaciones. Pero sea cual fuere su petición, debe estar presente en usted la siguiente disposición: “Señor, que se haga tu voluntad”. Se ahorraría mucho nerviosismo si ante cualquier situación buscara primero Su voluntad. Pues Él sabe cuál es el mejor camino para la solución de su problema, de forma que todo resulte para su bien. Por eso dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6). Y: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:6-7). ¡Hágalo! Él se preocupa por usted con amor paternal y trae a su alma paz y serenidad. ¡Dé gracias al Señor por eso!
Por Burkhard Vetsch