
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio…”.
1 Pedro 2:9

En el antiguo pacto, los sacerdotes estaban encargados de las tareas del Templo. En el nuevo pacto, la Iglesia tiene un sacerdocio en cuanto a su llamado a constituir un templo espiritual. ¿Qué significa esto para nosotros? Veamos la siguiente comparación:
1. Los sacerdotes debían quemar las ofrendas de holocausto y sacrificio.
La nueva vida comienza con la salvación, la cual fue consumada por Jesús en la cruz. Pero requiere de nuestra diaria consagración a Él.
2. Debían quemar holocausto sobre el altar del holocausto. El altar estaba en el lugar santo, delante del velo hacia el lugar santísimo. El humo del holocausto penetraba directamente hacia el lugar santísimo, a la presencia del trono de la gracia.
Siendo salvos, nos encontramos todavía aquí en la tierra, pero debemos con nuestro corazón vivir cerca del cielo, y dejar que nuestras oraciones en el nombre de Jesús asciendan a la santa presencia de Dios.
3. Debían examinar a los animales que iban a ser ofrecidos en sacrificio, pues no debían tener defectos.
Deberíamos concentrarnos en no tolerar el pecado en nosotros.
4. Las lámparas del candelabro de seis brazos debían arder siempre, de forma que el candelabro siempre iluminara.
Debemos caminar en la luz y dejar que Jesús ilumine a través de nuestra vida.
5. Debían cambiar diariamente el pan de la proposición.
Debemos vivir en renovación constante ante Dios y entregarnos al Señor como miembros del cuerpo de Cristo.
6. Tenían la obligación de enseñar al pueblo.
El contacto personal con la palabra de Dios es muy importante, así como la disposición a enseñar a otros y transmitir el evangelio.
Por Norbert Lieth