“Dad gloria a Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis luz, y os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas”.
Jeremías 13:16
La noche se acerca, en la cual ya no podremos distinguir cosa alguna. La oscuridad a nuestro alrededor se incrementará. ¿No es de suma importancia que sensibilicemos nuestro interior a los peligros que nos rodean? Eso significa que la sangre de Cristo “limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo” (Hebreos 9:14). ¿Aún nos asustamos?, ¿nuestra conciencia nos advierte cuando nuestros ojos ven imágenes que no son propicias para un cristiano? La degeneración de nuestro tiempo ya no se detiene. La tolerancia está de moda, también en hogares cristianos. Los adelantos tecnológicos y el constante avance cambian nuestro entorno de tal manera que aun como cristianos es difícil que no nos afecte. Estas trampas abiertas son especialmente peligrosas cuando ya no nos damos cuenta de su existencia porque andamos en la oscuridad. Tal vez, deberíamos abandonar ciertas costumbres, deshacernos de algunas cosas que nos rodean, de manera que podamos juntamente con Hebreos 13:18 expresar: “…confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo”. Jesús mismo en Juan 12:35 anuncia: “Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va”.
Por Peter Malgo