“…pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”.
Mateo 6:32
En esta palabra de nuestro Señor, son expresadas dos verdades muy importantes. En primer lugar, que el hombre que cree en Jesucristo tiene un Padre fiel que suple sus necesidades. En segundo lugar, que este Padre lo sabe todo, nada permanece oculto ante Él. Esta frase está relacionada con la enseñanza de Jesús de que los hijos de Dios no deben preocuparse por sus necesidades diarias. Podemos aprender a confiar en todo momento en nuestro Padre celestial. Jesús nos anima a depositar en cada situación nuestra confianza en el poder de nuestro amado Padre. Él sabe todo lo que nos atormenta y solo Él tiene el poder para intervenir, ayudando realmente en cada situación. En momentos difíciles, somos susceptibles a dudar del amor del Padre o desconfiar de su poder, hasta somos capaces de reñir con Dios y con las personas que Él puso a nuestro lado. Que el Señor nos ayude, precisamente en estos tiempos de prueba, dificultades o enfermedades corporales, a no quejarnos de Él ni de las personas. Rindámonos ante el Señor, sabiendo que Él nunca comete errores. Pues Él guiará todo para nuestro bien. Deberíamos tener plena convicción de que tenemos un Padre que siempre quiere lo mejor para sus hijos. Él tiene el poder para hacer que salgamos ricamente bendecidos, aun en las situaciones difíciles. “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo” (1 Pedro 5:6). Que el Señor también le dé a usted diariamente la plena confianza en el amado Padre y en Su absoluto poder.
Por Werner Beitze