Buscado ¿Serás hallado?

La Biblia nos habla de un hecho real: Dios te hizo, te creó, así como hizo los cielos y la tierra. La Palabra de Dios dice: “Yo te formé desde el vientre de tu madre”.

Él te conoce más que nadie,

aún más que tú mismo,

Él te ve y te busca.

Posiblemente, de una u otra manera has pensado en tu Creador; ya sea cuando pasas por algún momento difícil o cuando en un funeral has tenido que enfrentarte a la muerte. Pero en ninguna de esas ocasiones has querido acercarte y abrir tu corazón a Dios. Detente solo unos minutos y presta atención. En este momento ¡Dios te busca! ¡Él quiere cambiar tu vida!

¿Qué es lo que quiere decirte el Señor?

“¡Te amo!”. Sí, eso es lo primero que quiere decirte. Pero estoy seguro de que al ver las noticias y observar la desigualdad económica, la corrupción, las guerras, los enfrentamientos, las variadas y terribles consecuencias de la ambición del hombre, te preguntas: “¿Existe un Dios de amor?”.

He aquí la respuesta

Tanto tú como la mayoría de los hombres, mujeres y niños, han sacado a Dios de sus vidas. No les interesa lo que Él dice en Su Palabra. No les interesa saber lo que Él quiere para nuestras vidas, ni seguir sus enseñanzas. Cada uno decide seguir un camino según su parecer. Entonces, ¿cuál es la consecuencia de todo esto?

La Biblia nos dice lo siguiente:

“Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Estas son las cosas que contaminan a la persona”. Por lo tanto, todo lo terrible que ocurre en nuestros días es consecuencia de sacar a Dios de nuestras vidas.

Un verso de la Biblia dice: “El pecado da como pago la muerte (estar separados de Dios)”. Dado que todos somos pecadores, todos merecemos estar separados de Dios. ¡Pero no todo está perdido! El verso continúa diciendo: “Pero Dios da como regalo la vida eterna en unión con nuestro Señor Jesucristo”.

Sobre nosotros había una condena que solo se podía pagar con la muerte; ese pago lo realizó Jesús sufriendo en la cruz por ti y por mí. Su gran amor por nosotros saldó la cuenta que pesaba sobre nuestro nombre; nuestros pecados pueden ser perdonados cuando nos arrepentimos. Dios nos dice: “Como se disipa una nube, yo he disipado tus maldades, y tus pecados como la neblina. Vuelve a mí, porque yo te salvé”.

La pregunta es: ¿Aceptarás el regalo que te ofrece?

Ven a Él como eres, no importa tu condición económica, social o cultural. Si crees de todo corazón, Dios promete hacer de ti una nueva persona, y te da la esperanza viva de estar para siembre con Él.

La pregunta es: ¿Aceptarás el regalo que te ofrece?

Ven a Él como eres, no importa tu condición económica, social o cultural. Si crees de todo corazón, Dios promete hacer de ti una nueva persona, y te da la esperanza viva de estar para siembre con Él.

¿Qué sucede si no aceptas este regalo?

La Biblia nos enseña que las personas que rechazan el mensaje de Dios están condenadas a vivir eternamente alejadas de Él, sin esperanza alguna de estar algún día en Su presencia. Estarán para siembre en un lugar de permanente sufrimiento, al que el Señor llama infierno. Quizás suena duro, pero esta será la consecuencia de rechazar el mensaje de salvación y perdón que Dios da.

¡Dios te busca!

¡Él quiere transformar tu vida!