Nuestro Dios es Maravilloso

Debemos tomar tiempo para deleitarnos en toda la creación de Dios. Todo lo que hizo es más maravilloso de los que se puede describir. Toda persona se debe a sí misma la oportunidad de admirar las dimensiones de universo, el número de estrellas y la precisión con la que se mueven. Nadie debería perderse el mundo alucinante de potencial que hay en una célula viva. Qué tragedia sería ir por la vida abrazando la corriente y perdiéndose lo bello, especializándose en lo mundano y perdiéndose lo majestuoso. Así que detengámonos a oler las rosas y también admirar la obra de Dios en el universo, el cielo estrellado, el cuerpo humano, el cerebro, la vida animal, la vegetación y una muestra de las huellas de Dios en unos cuantos campos de la ciencia.